La microbiota intestinal se define como el conjunto de millones de microorganismos que conviven en simbiosis, principalmente en el tracto digestivo.
Que haya estas bacterias presentes en el intestino y tubo digestivo es beneficioso para el ser humano, ya que ayudan al desarrollo el sistema inmunitario, modulan el estado de ánimo y nos protegen ante posibles enfermedades
La Microbiota intestinal tiene una relevante importancia por las funciones que desempeña en el sistema inmune, metabólico y hormonal, así como en la relación eje intestino-cerebro.
Una de sus funciones, tiene que ver con la relación que existe entre el intestino y el cerebro (eje intestino-cerebro), una conexión bidireccional.
Cuando se presenta una disbiosis de la microbiota o desequilibrios en la flora intestinal pueden inducir a la inflamación y permeabilidad intestinal (enlace a la consulta de intestino irritable) lo cual facilita la liberación de neurotransmisores y citoquinas proinflamatorias, toxinas y microorganismos al torrente sanguíneo lo cual estimula la liberación de hormonas con la consecuente producción de cortisol que generan las condiciones propicias para que aparezca una neuroinflamación, que parece ser clave en las enfermedades neuropsiquiátricas como el Alzheimer, Parkinson, esclerosis, autismo, esquizofrenia.
Cambios en la composición de la microbiota intestinal además de estar relacionado con enfermedades neuropsiquiátricas también esta ligado a enfermedades digestivas enlace a consulta gastritis(síndrome de intestino irritable enlace a consulta de colon irritable, Sibo, enfermedad de Crohn…), con síndrome metabólico, enfermedades autoinmunes, diabetes tipo 2, obesidad enlace a consulta de obesidad, alergias…
Composición de la microbiota
El número total de microorganismos que componen la microbiota supone una cantidad diez veces mayor que el número total de nuestras células. La composición de la microbiota no es estática y debe adaptarse al lugar donde reside y a las funciones que desarrolla.
Además, esta composición se verá afectada por la alimentación, el estado emocional, el estilo de vida el consumo de antibióticos, entre otros factores.
Cuándo se forma la microbiota
La microbiota de un individuo varía a lo largo de su vida. Así, en los primeros años, la microbiota se ve condicionada por el tipo de parto (bacterias vaginales y fecales de la madre) o tipo de lactancia (artificial o materna). En este momento predominan las bacterias del filo Actinobacterias (género Bifidobacterias).
Los bebés recién nacidos por cesárea al no pasar por el canal vaginal tienen bacterias diferentes, menor diversidad bacteriana. La lactancia determina el diseño de la microbiota y desde el primer año de vida suele alcanzar el equilibrio.
Ya en la edad adulta, contribuyen a su sustitución por bacterias del filo Bacteroidetes y Firmicutes.
La evolución de la microbiota a lo largo de la vida de un adulto puede verse afectada por la carga genética, hábitos dietéticos, estado emocional y la salud. En el caso de los ancianos se ve influenciada por la enfermedades, fármacos y el estilo de vida.
La composición de la microbiota se modifica además según el órgano donde se encuentra. Las condiciones del pH gástrico hace que en esta región haya apenas unos cientos de microorganismos en comparación con la diversidad del recto.
Para la modulación de la microbiota es importante la alimentación, administración de antibióticos y uso probióticos.
Además una alimentación consciente enlace a la consulta de alimentación consciente y equilibrada es fundamental para equilibrar la microbiota intestinal
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